lunes, 21 de abril de 2008

Te quiero

Recuerdo la primera vez que lo dije. ¿Dije? No. Mas bien... se me escapó.
Ni siquiera iba dirigido a ti, estrictamente sólo fue un pensamiento en voz alta. Una revelación de esas que no puedes contener dentro, mezcla de sorpresa e incredulidad.
Una evidencia, un sentimiento palpable a pesar de mis esfuerzos, de todas las razones y argumentos con los que había tratado de borrarlo, de relegarlo a lo más profundo... no puede ser! - me dije a mi misma, pero ahí había resurgido. ¿Resurgido? No. En el fondo sabía que siempre había estado ahí.

Tan pronto como oí a mi voz pronunciarlo me arrepentí de ello. Te había puesto en bandeja la ventaja que juré no concederte nunca. Y mientras uno de mis hemisferios recriminaba al otro su torpeza, tu debiste decir algo bonito. Realmente la ardiente batalla que se libraba en mi cabeza no me dejó entender lo que susurraste pero no era momento de pedir una repetición, así que me limité a sonreir y ahora con una doble vergüenza, bajé la cabeza.

De pronto noté que tu mano había abandonado mi cintura y que suavemente levantaba mi barbilla, fue entonces cuando tus labios confirmaron lo que decían tus ojos.
Y entonces sonreí de nuevo, esta vez feliz o estúpida o estúpidamente feliz. ¿Feliz? Sí, esta vez podía ser diferente.

2 comentarios:

Guille dijo...

amor....

lo unico que puedo hacer tras leerlo es desear besarte una vez mas cada vez...

me encanta tu inocencia, tu miedo a decirme lo que sentias...
pero aun mas el haber sido capaz de conseguir tu confianza, darte la seguridad de querer decirmelo, aunque fuese inconscientemente en un primer momento... y ahora poder mantenerlo, cuidarte, quererte...

... y esta vez fue diferente :)

Piscolabis dijo...

Me fascinas.