jueves, 15 de mayo de 2008

30 de Octubre de 1658

Sentado en su despacho, el semblante serio y cansado, la mirada triste y desesperada, de vez en cuando negaba con la cabeza como forma de exteriorizar su incredulidad. Llevaba varios días sin dormir, revisando una y otra vez las fichas de sus pacientes, en un principio pensó en una fatal casualidad, pero el último hecho... no, la explicación tenía que ser algo diferente.

Todo comenzó aquel desafortunado 5 de octubre en el que Beatriz se presentó en el hospital con su niño en brazos al que le había subido exageradamente la fiebre, 3 días más tarde, enfermó también ella con los mismos síntomas.
13 de octubre, aparece corriendo Laura, su niña ha estado toda la noche llorando y empezó a vomitar..."un vómito muy oscuro, Señor" esas fueron sus palabras exactas, ingresan a la niña y a los 5 días, mure.
El hecho afecta terriblemente a Laura, su salud comienza a empeorar, incluso presenta una leve ictericia, busca consuelo en Beatriz y a los 2 días ellas y el niño fallecen.
La tragedia ya era más que suficiente, pero aún tuvo que ver cómo morían 2 mujeres más, a las que hacía poco había asistido en el parto.
Estaba buscando un factor común entre todas ellas... cuando llegó el golpe que terminó de hundirlo, el joven Herrera también había enfermado.
Antes de poder hacer nada, antes de asimilarlo siquiera, ya habían dejado este mundo.

Llamaron a la puerta.
- Disculpe Señor, acaban de traer este sobre para usted, se había extraviado.- lo depositó en la mesa.

Con un esfuerzo, Salvino Sierra dirigió la mirada hacia el sobre, con desgana lo cogió y lo abrió:

Estimado Doctor Sierra,
en la presente le envió un detallado informe sobre el historial clínico de María -qué inoportuno, pensó- [...] un aborto[...] dedo gordo del pie [...] siendo su diagnóstico y causa de muerte: typhus icterode.

La carta abandonó sus manos, cayendo sobre la mesa como una losa. La palabra typhus resonaba en su cabeza mientras se desplomaba en su silla, typhus... typhus... como en una película comenzaron a pasar por delante de sus ojos diferentes escenas: ese día en la sala de disección, ¡Herrera cuidado con el bisturí! Descuide Señor, es un corte muy pequeño.... se difuminaba la sala y en su lugar surgía el hospital, el paritorio, se colocaba la chaqueta y entraba, no se había lavado las manos después de estar con los cuerpos de disección... ¡Buenas tardes señoras!..... fácilmente pudo contagiar a las mujeres por alguna pequeña herida que se las abriese en la vagina... igual ocurría con los bebés....

En un ataque de rabia, arrugó la carta y la arrojó a la chimenea en la que empezó a arder como ardía su sangre por dentro de sus venas. Se sentía culpable, impotente, estúpido por no haberlo visto antes, en deuda con su alumno y sus pacientes.

Decidió que su muerte no habría sido en vano y empezó a proponer un código de mayor higiene. El médico debería lavarse las manos con jabón antes de cada operación, y entre los reconocimientos a diferentes pacientes. Siempre que fuese posible usaría guantes, especialmente al hacer disección.

El resto de médicos, al oir sus propuestas, sin escuchar el porqué de esas conclusiones, lo tomaron por loco y lo expulsaron del hospital.

Recluido en una casa de campo, la ansiedad y la demencia comenzaron a apoderarse de él, contaban que en sus breves y agitados sueños se podía distinguir una palabra que repetía atormentadamente... "pifus o algo así" hasta que un día, comenzó a subirle la fibre, su piel se tornó amarillenta... y en sus vómitos había presencia de sangre, a la semana... descansó.

4 comentarios:

rebe dijo...

Decir que los datos no son reales, q la historia no fue así, q son todo personajes inventados aunque Salvino Sierra está tomado el nombre de un decano de la facultad de medicina de Valladolid.
No fue en España, sino en Alemania (creo recordar) donde un médico se dio cuenta de q una epidemia surgió x las 'manos sucias'q transmitian infecciones a pacientes xq acababan de tratar con cadáveres y lo cierto es q no le hicieron ni caso y acabo btt mal y perdiendo todo su prestigio.
Lo de q el muerto tuviese typhus y fuera lo q contagiara creo q es btt fantasmada, xo weno, qdaba bonito xD
y... creo q nada mas, weno q al final he matao a Herrera xa q sea mas drama, xq realmnte no sabia q hacer con el, xo el giro q proponia Guille... era demasiado heavy xD y no mola, q en el fondo... xD

espero q os guste :)

Guille dijo...

y para confirmar...

http://es.wikipedia.org/wiki/Salvino_Sierra

:P

Guille dijo...

y ahora opinion personal...


el fragmento central se frena un poco, pero mola tambien mucho....

y el crazy twist del final es O_O!!! dios! les has matado! a todos! :( :D

mola muchisimo, me encanta :)

1beso :)

Piscolabis dijo...

Increíble, fabuloso, adictivo, genial.

De veras que me ha encantado. La trama es impresionante, pensé que Herrera sería el protagonista indiscutible, pero en el segundo relato queda desbancado por Sierra sin que me dé cuenta y sin que me importe lo más mínimo.

Los detalles, pequeñas joyas, diseminadas por todo el texto lo hacen realmente atractivo a la lectura y la forma de redactarlo: tan al margen unas veces y tan sentida cuando se trata de Salvino me fascinan.

Gracias, es todo lo que puedo decir por compartir algo tan cojonudo y tan bien hecho.